domingo, 26 de septiembre de 2010

me doy cuenta que no dejo de estar en lo mismo

mis ideas no trascienden demasiado, aunque mi productividad quizás un poco sí.

entonces, logro ver esa ínfima raya que divide mi superficialidad de mis pensamientos para con tu persona.

mal por mi, ahora me siento sarpado.

pero no tanto, un poquito después del golpe de lucidez entro en razón y me doy cuenta que no paro de estar en lo mismo; sigo sin trascender.

entonces mi situación cambia.

entiendo, pero no trasciendo.

me limpié fuerte los ojos y ahí llego al límite entre este pedazo de tierra y aquel abismo, me tenté a no pensarlo y salté sin resentirme.

no me morí, porque no caí sobre ninguna roca peligrosa.

es más, ahora lo entiendo todo.

que suerte que tengo, al fin y al cabo podría estar muriendo lejos de casa en estos momentos.

entonces vos fuiste mi terapia.

no por haber sido tierra, sino por empujarme.

entonces mañana mi día va a ser hermoso, porque vos sos las cenizas que más necesité para ser quién soy ahora.

te abrazo muy fuerte y te conservo en el viento para siempre.

y por último

te pido perdón por todo lo que te hice, inclusive por haber muerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario